Mi experiencia laboral

Inicié mi andadura laboral en el sector socioeducativo después de la vivencia durante 8 años como monitora voluntaria con niños y adolescentes en situación de riesgo social en el barrio del Raval en Barcelona.

En el segundo año estudiando la Diplomatura de Educación Social elegí como optativa la "asignatura de Psicología de la Gestalt", al mismo tiempo que conocía la Gestalt por boca de una compañera de trabajo (ahora amiga) en una Escuela en la que trabajaba como profesora adjunta de la asignatura de propia creación  "El juego como herramienta educativa" para niños de 1º y 2º de primaria. Me apasionó la gestalt tanto como mi vocación como educadora social. Y eso me llevó a la decisión de empezar la formación como Terapeuta Gestalt el siguiente año después de acabar mis estudios universitarios.

Durante los cuatro años de la formación gestalt estuve trabajando exclusivamente como educadora social dirigiendo proyectos destinados a niños, adolescentes y padres de zonas del extraradio de la ciudad de Barcelona. Sintiéndome privilegiada por trabajar acompañada de personas que entendían como yo que el tipo de trabajo implicaba pasión, ilusión y responsabilidad. Tengo un especial recuerdo para el proyecto en Sant Adrià del Besós para personas de la Mina y Sant Roc, en el que nos juntamos 50 personas y trabajamos para 100 famílias de distintos orígenes (población autóctona, etnia gitana, de China, Mongolia, Marruecos, Argelia, ...) Y sinceramente fue mágica la entrega y el círculo de amor. Y también representó una clara experiencia para aceptar que no era fruto de mi idealismo o mi juventud el pretender trabajar en lo que uno quiere y como uno quiere. Todo este camino se complementó trabajando con adolescentes en centros de protección y de justicia.

En el 2004 acabé mi formación como terapeuta en el Institut Gestalt de Barcelona, y empecé a hacer terapias individuales hasta hoy. Durante todos estos años he estado trabajando inicialmente intentando ser terapeuta como me otorgaba mi formación, después dejando caer lo que iba sintiendo que era artificial e innecesario... hasta llegar el momento en el que realizé la formación como Teatro Terapeuta donde descubrí la inmensidad del ser libre, el descubrimiento del alma y, la valentía y generosidad necesaria para trabajar de forma completa con el corazón.

En el segundo año de la Formación de Teatro Terapia inicié un proyecto, vivo hoy en día, con el que volví a tender mis brazos al mundo socioeducativo, y esta vez desde mi faceta como terapeuta y con la experiencia vivida como educadora. Dí cuerpo al Equipo Gestal-es: un equipo de terapeutas con los que compartía las dos profesiones y el deseo de compartir con profesionales y padres, sobre los que recae la responsabilidad de formar las nuevas generaciones que nos siguen, herramientas propias del mundo terapéutico pero que consideramos esenciales en cualquier relación humana.

Simplemente me queda por decir: GRACIAS.